Falsos árboles de plástico
Bonsai
Caminaba, y mientras no podía pensar casi en nada más que en el nudo contracturándome por detrás del cuello.
Llegué y seguí escribiendo, pero esta vez sobre papel. Y entonces el nudo se enredó a otros.

Recordé que alguien o algunos decían o me decían (ya no recuerdo): "¿Pero y eso dónde está escrito?"
Retrocedí (o quizás avancé), busqué entre los tantos posibles modos de escribir escritos y no-escritos. Y no se equivocaban los que sabían y preguntaban por las fuentes más ciertas, porque me encontré con muchos de esos que se escriben firmando sentencias o labrando actas. Pero no era uno de aquellos escritos ese que yo decía.
Recuerdo que lo leí, o al menos eso creo. Pasa que no sé a quien preguntarle porque lo escribió uno de esos virus que se contagian y multiplican en la red. Y confieso que no sé nada de gramáticas de lenguas virales, y que tampoco me interesa tratar de decodificarlas. Si de todas maneras es casi imposible no escucharlas decir porque hacen ruido, mucho, y esos sonidos escriben.


No a los falsos árboles de plástico no los olvidé, estuvieron también ahí sonando, desde un principio, con la canción que comenzó cuando llegué y seguí escribiendo mientras el nudo me bajaba del cuello de un cuerpo a otro. Aunque en ningún momento dejé de sentirlo.
Comentarios
Publicar un comentario