Algo de Poesía

Poema

Irónica

Inasible

Lleva disfraz de palabras

nadie la vió desnuda ni oyó su voz

Habla lenguajes de lengua mutilada

Signos silenciosos

Garabatos efímeros sobre playas infinitas

arenas eternas

Sonidos azules de mar profundo la nombran

Fluye penetra los poros del tiempo imprega el espacio

Sólo la ves si su piel se desgarra

El rastro de sangre la delata

la devela

Poesía

Fabiana

Ciudad

Artificio de neón

paseo de seres anónimos

reflejados en las vidrieras

del mercado de desvalores

Ruidos

Para no escuchar

los gritos

las voces

Alienación de deseos

Azul y gris

encimados

ritmos de

acumulación

Ansiedad de número,

asfixia, respiración agitada

conteo incesante

Cemento

alisado

Cobertura de la City

Aniquilación

de la urbe subterránea

que asoma

Fabiana

De lo que no fue

Nostalgia de lo que no fue

sensaciones de retorno amarradas

a mi ilusión de vos

No te reconocí

realidad virtual sin mis ojos

Espejismo

Imagen ficticia disfrazada de tu cuerpo

No pude hablarte

la enorme brecha abrió el sentido absurdo que te conectaba a mi respirador artificial

Por un momento te ví allá

Otra realidad

Fabiana

Arti – ficio

Entramado Engaño lábil siempre al borde de quiebre

Imprescindible Contingencia

Arte Interlunio entre creer y crear

Meter la mano hasta el fondo atravesando umbrales

Aunque haya nada

Artilugio

Conjuro alucinante para construir a escala del vacío un techo al infinito

Fabiana

Breve Apnea

Desgarro por dentro

apagón masivo

Lo absurdo

certero e incierto

suspende el sentido banal

Cesación

Muda de palabras

lo real indescriptible

Imaginar

más allá de construcciones fabuladas

engaños

para aliviar el silencio escalofriante

Fabiana

S/T
I
Fisura que agrieta
Derrumbe
del Dique Incontinente
de tanta herida Abierta
Vulnerable
flor en plenitud
Desangrando el pétalo que coagula
en la que nacerá con su cicatriz.
Fabiana
II
Habitación escenario improvisado
actuación de las miradas
juegos
roces
ritmos de piel entrecortados
Inspirarte
Expirar en tu boca
Apnea
goce efímero
fluir hacia el otro
morir un instante infinito desprendido ...
Volver
un cuerpo y otro
dos desconocidos
Fabiana

III
Silbidos de aire
cantos inaudibles de batir de alas de mariposas
rozan las cimas
de montañas jamás imaginadas
Fabiana

IV
Me refugio
atrincherada en tu hueco
los dedos hundidos empantanados
en tu espalda
hendidura
que declina y acaba en pozo
Tus gritos ahogados en mi humedad
nos arrasamos
Fabiana
Poema 1964

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines: Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde ( repites vanamente )
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
J L Borges

El amenazado

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.

Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?

Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.

Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.

Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.

Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.

Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.

Ya los ejércitos me cercan, las hordas.

(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto)

El nombre de una mujer me delata.

Me duele una mujer en todo el cuerpo.

Jorge Luis Borges

Final Del Año

Ni el pormenor simbólico

de reemplazar un tres por un dos

ni esa metáfora baldía

que convoca un lapso que muere y otro que surge

ni el cumplimiento de un proceso astronómico

aturden y socavan

la altiplanicie de esta noche

y nos obligan a esperar

las doce irreparables campanadas.

La causa verdadera

es la sospecha general y borrosa

del enigma del Tiempo;

es el asombro ante el milagro

de que a despecho de infinitos azares,

de que a despecho de que somos

las gotas del río de Heráclito,

perdure algo en nosotros: inmóvil.

Jorge Luis Borges

Everness

Sólo una cosa no hay. Es el olvido.

Dios, que salva el metal, salva la escoria

y cifra en su profética memoria

las lunas que serán y las que han sido

Ya todo está. Los miles de reflejos

que entre los dos crepúsculos del día

tu rostro fue dejando en los espejos

y los que irá dejando todavía.

Y todo es una parte del diverso

cristal de esa memoria, el universo;

no tienen fin sus arduos corredores

y las puertas se cierran a tu paso;

sólo del otro lado del ocaso

verás los Arquetipos y Esplendores.

Jorge Luis Borges

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