Digo muñecas y un imaginario de múltiples visualidades y sentidos se dispara.
Juguetes, fetiches, objetos, símbolos en mitos y rituales de diversas culturas y tiempos del mundo, para todos los sexos y edades.
Tiernas, macabras, misteriosas, asesinas, hermosas, imposibles, artificiosas, rotas, insólitas, icónicas, amigables, intocables, intactas, rígidas, lacónicas, feas, blandas, irreales, felices, hiperreales, nostálgicas, virtuales, vivas, hasta muertas, y la lista podría seguir indefinida...
En un mismo día tres muñecas se me cruzaron, cada una virtual a su manera: tres imaginarios...
Un Franz K. que encontraba en la virtualidad de su escritura una muñeca que se había perdido: "Durante el último año de vida de Kafka, cuando convivía en Berlín con Dora Diamant, el escritor se cruzó en un parque con una nena que lloraba sin consuelo. Kafka le preguntó qué le pasaba. Ella le respondió que había perdido a su muñeca. Se cuenta que para consolarla él inventó una hermosa historia. Le dijo que la muñeca se había ido de viaje. ¿Cómo lo sabes?, le preguntó la niña. Porque me escribió una carta repuso Kafka. ¿La tenés ahí?, quiso saber ella. Lo siento pero no -respondió él-. La dejé en casa pero mañana te la muestro. Esa tarde se puso a escribir la carta de la muñeca. Puso en la tarea tanta seriedad y dedicación como la que prodigaba en su obra. Asumiendo su oficio de escritor quiso sustituir el objeto perdido por una realidad discursiva que fuera tan o más convincente que la verdadera. Al día siguiente, paseando con Dora en el mismo parque berlinés, le leyó a la nena la carta ficticia. La muñeca lo lamenta -le dijo- pero se ha cansado de vivir con la misma gente todo el tiempo. Quiere a la niña pero necesita un cambio de ambiente, ver el mundo, tener amigos nuevos. Luego de esa primera entrega Kafka continuó escribiendo mensajes imaginarios durante tres o cuatro semanas más. Finalmente encontró un final apropiado para la historia: la muñeca anunció su casamiento y se despidió cariñosamente de la niña que, así, quedó satisfecha." (Fragmento del libro "Lo inalcanzable" de Luis Gruss).
La de Takeshi Kitano, Dolls , esta vez virtualidad fílmica, remix de "muñecas reales" y marionetas del teatro japonés Bunraku
(Un video que reúne los imaginarios visuales de "Dolls" y los sonoros del "Judas" de una banda pardigmática (al menos para mi) Depeche Mode)
Otras nuñecas virtuales viajando en mails; las vi en una dirección electrónica, un "murder-dolls" junto a un número... imagenes de muñecas que quizás tengan algo que ver con el ideario que alimentó la presentación de Mujeres asesinas....
Qué linda entrada!
ResponderEliminarSaludos,
Hola Cece,
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y tu comentario!
Saludos!
Sos una genia.
ResponderEliminarMe encanta tu blog.
Muackksss.
Hola Marta,
ResponderEliminarMuchas gracias!! Visité tu blog, me gustó mucho también...
Sin duda el cyberespacio reformatea las culturas del real life; el cyberfeminismo "remixa", como otras cyberculturas, se tornan espacios "anfibios" (tomo prestados estos conceptos del Cippodromo de Rafael Cippolini)
Besos!
Fabiana