"Lo que seduce nunca suele estar donde se piensa" Zoom
"Désir", no es aquí un enunciado de alguna publicidad de perfume francés, aunque podría serlo. Sucede si, que quizás suena más seductor que "Deseo". En algún momento de la historia y, probablemente por diversas circunstancias, un macrocosmos que incluye galaxias como las de la seducción, el deseo, la provocación, el erotismo, se asoció a una cultura, en un tiempo dado de una sociedad europea occidental como la francesa. Quizás, este anclaje discursivo se imprimió con fuerza durante el Romanticismo. Sin embargo podríamos seguir encadenando procesos y derivaciones, que nos llevarían a otros tiempos y lugares.
Pero todo esto sólo para decir que ese macrocosmos al que me refiero, se hace inabordable, inaccesible, si no hacemos en él un recorte. Si un recorte que hable de soportes, de géneros, de dispositivos, de objetos, sujetos y sociedades determinados que, nombran y "hacen significar" a todas aquellas galaxias, en un sinfín de enunciados y discursos. Entonces así podremos observar como todo este sistema de interrelaciones por momentos acercan esas galaxias, en otros las alejan, las confrontan, o las superponen y disuelven en una suerte de sincretismos varios.
Piloto y su "mecha" (robot gigante)
Provocación, seducción, deseo, erotismo, no son sólo conceptos, son formas discursivas, que en diferenciales materialidades expresivas, aluden a determinados contenidos elaborados socialmente, bajo efecto de sucesivas transformaciones durante tiempos y en espacios dados. Podríamos hablar de sujetos, objetos, ideologías, gestos, poses, actitudes, silencios, teorías, rupturas, construcciones, modas, etc, asociadas a estos dilatados universos discursivos.Enfermera
Hoy, para hacer un simple y obvio recorte, muy lejos del paraíso, del cielo o el infierno, la seducción de la manzana migra entre otros sitios a la máquina, a la tecnología, al logo Apple Mac , la iconicidad de la fruta prohibida mordida se materializa en un objeto tecnológico haciendo evidente la relación con el objeto de deseo. Esa relación está presente en otros objetos tecnológicos también, pero quizás en niveles menos evidentes materialmente y menos plausibles de análisis superficiales. Se haría necesario entonces, penetrar en las instancias de circulación y uso.
Aquellas formas discursivas mutantes, que este posteo viene recortando en objeto "de estudio" (quizás también de deseo), podrían percibirse en muchos casos, aún más inestables que otras. Variables en gran medida de acuerdo a los diversos campos discursivos que las contengan, ya sea que se pongan en escena en los de la publicidad, la política, la ciencia, la tecnología, en el ámbito doméstico, en los medios, en el arte, etc., nunca dirán lo mismo.
Gimnasta
Y hablando de recortes, casualmente Rafael Cippolini, en Cippodromo hizo el suyo en Madame Bovary Siglo XXI. Sí, es que la entrada que da lugar a su posteo gira en torno a una de las imágenes del deseo, el erotismo, la seducción y la provocación asociados a la heroína de la paradigmática novela de Flaubert. Y además, ella y sus imaginarios linkeados a dispositivos, soportes y entornos específicos, a Second Life, y otros sitios de la virtualidad enchufada. ¿Cómo se configuraría Mme Bovary en el SXXI? ¿Encontraría quizás en aquellas islas cyberespaciales el paraíso perdido de sus inacabables fantasías? Un momento del posteo dice así:
"Hoy la burguesa diva de Flaubert distribuiría su tiempo entre Facebook, Bedpost, unos cuantos blogs y Second Life. Y, por supuesto, utilizaría otra buena parte de su tiempo restante enviando clandestinos mensajes de texto. Sus aventuras, como no podía ser de otro modo, resultarían tan anfibias como digitales.
Es decir, su intimidad sería primordialmente digital. O al menos, se articularía por medio de un grupo heterogéneo de softwares. Demos vuelta esto. Si un productor cualquiera le encargara a un guionista realizar una adaptación de la canónica novela situándola en nuestros días, los hábitos de la heroína estarían mediados por una tecnología que actuaría sobre la ilusión de una forma diversa."
Realidad Virtual
Luego en un comentario en aquella entrada Napoleón Baroque, habitante experimentador de la virtualidad del metaverso, hace alusión a su vez a otro, escrito por quien aqui escribe, y además da entrada a cuestiones sobre juegos de seducciones anfibias "(...) En el metaverso se replican infinidad de arquetipos. Es un ambiente distinto, un entorno de videogame evolucionado pero con costumbres que no resultan nada nuevas. Fabiana recién hacía mención a Kierkegaard y a Kafka, dos seductores a los que les iría de maravillas en Second Life. Ahora bien ¿es la misma seducción? Posiblemente sí. ¿Es otro juego de salón? Puede o no serlo. Creo que en esto último la anfibiedad juega un rol decisivo (...)"
De la seducción y el erotismo
Chico Chocolate
Jean Baudrillard en su texto "De la seducción" se refiere a ella (a la seducción), como "estrategia de desplazamiento (se-ducere: llevar aparte, desviar de su vía), de desviación de la verdad del sexo" Para Baudrillard la seducción es eso que convierte todo en un juego sutil y agudo, un objetivo que no tiene principio ni fin, ni siquiera el fin de un deseo o de una pasión. La seducción es juego que gira en torno a reglas, no a leyes. Reglas que se fundamentan en la arbitrariedad. Juego que se busca y se encuentra a sí mismo en el propio goce de jugar. La seducción del lado del duende, no del goce, del hechizo más allá de la satifacción sexual o vital. Seducción que es desafío vivo, constante...inestable, efímera, secreta y reversible.
Cazavampiros
Ogro
Del libro "Manga erótico", extraje el fragmento anterior y las imagenes en este posteo. Una publicación editorial dirigida a quienes se interesen en el aprendizaje de las herramientas necesarias para la realizaciones en el ámbito de la ilustración erótica. En las primeras páginas, el texto le dedica un espacio a la "Introducción al manga erótico". Desarrolla cuestiones sobre nomenclaturas, legislación, géneros, soportes y "Yaoi", según estos escritos "el género erótico más interesante en la actualidad (...) los protagonistas son chicos ambiguos, andróginos, más cercanos al glam que al músculo (...) la representación busca más el erotismo y la sensualidad que el habitual festival del hentai (nomenclatura con la cual los occidentales denominamos al manga pornográfico), para los japoneses simplemente "H". Es que con el término "etchi" los japoneses también suelen denominar a todo lo erótico y pornográfico, y "ecchi" corresponde además a la pronunciación de la letra H. En definitiva con "H" en Japón se denomina a todo contenido pornográfico en cualquiera de sus formas.
Sirena
"El mundo del manga erótico japonés es sumamente diverso y va desde la estereotipada jovencita de formas perfectas y ojos enormes hasta la sensualidad más insospechada, pasando por desviaciones que harían palidecer a nuestro Marqués de Sade. Al fin y al cabo, es otra forma más de expresión artística japonesa: un cúmulo de curiosidades, muchas veces incompresibles, que de alguna manera nos atren y fascinan sin remedio."
Yakuza
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